Blogia

COLINETA. Gastronomía e literatura.

AHORA LAS ANGULAS...

Primero el caviar. En enero el Cites acordó prohibir el tráfico internacional de caviar procedente de la pesca de esturiones, dejando solo la posibilidad del caviar de piscifactoría. La dieta habitual de los gallegos se vio seriamente perjudicada.

Ahora la Unión Europea amenaza con recortar las capturas de angula para evitar su desaparición. Otro problema para nuestra dieta y para el bolsillo de los especuladores, que viven de sangrar al consumidor y la quien pasa las frías noches de invierno en el río.

La Voz de Galicia dedica hoy una interesante página a este problema, con entrevista incluida a uno de los habituales pescadores de angula en la desembocadura del río Ouro, en la parroquia focense de Fazouro, donde hace años pasé algunas noches aprendiendo en carne propia lo duro que es esta pesca. Algunas noches, todas las angulas que conseguí sacar del río no llegaban a medio llenar una taza de café pequeña.

Resulta evidente que los señoritos tendrán que ir despidiéndose de este manjar. Para el resto de los mortales sería mucho mejor que en Galicia prosperara el sistema chino: pagan hasta 1.000 euros por kilo de angula viva para después criarla en viveros y consumirlas cuándo son anguilas, con un peso que multiplica varias veces al original. ¡Coño, Galicia es una potencia en acuicultura y no somos capaces de echar este negocio a andar!

¿QUE TE PARECE, CHE?

Como cambian los tiempos Venancio ¿que te parece?, cantaba ese maravilloso grupo de viejos cubanos que componían La Vieja Trova Santiaguera, ya disuelta poR los problemas de salud de buena parte de sus miembros.

Y para los jubilados gallegos de Buenos Aires, como para el resto de la colonia gallega en aquella ciudad hermana, los tiempos también están cambiando.

Recibieron la visita del presidente de la Xunta de Galicia, que de alguna manera también es su presidente y, como siempre sucedió en estos viajes, hubo comida multitudinaria.

Esta vez cambió el menú. Antes siempre había empanada, pulpo y carne “ao caldeiro”. Leo en el Diario de Pontevedra una crónica de Mónica Sequeiro que dice que este año el menú estuvo compuesto del tradicional entremés (ensaladilla y fiambres) y un segundo de pechuga de pollo.

Nada dice de postres y vinos. Sí nos de la el precio del menú: tres pesos, que equivalen a menos de un euro.

¿Que te parece, Venancio?. Al PP no le pareció bien. Dicen que con Fraga la comida era gratis.

MENUDENCIA

Estoy preparando menudencia y puedo servirles una tapa sí les gusta, dijo la mesonera que me atendía, junto con unos amigos, en un soportal de la plaza mayor de Alcaraz, en la provincia de Albacete.

¿Menudencia? Pregunté.

Ya me parecía la mi que ustedes en el son de por aquí. Pero seguro que les vana a gustar, así que ya viene un buen plato, respondió la buena mujer, que remataba de servirnos unas cervezas fresquitas mientras admirábamos aquella plaza de piedras rojas.

Estábamos en la villa camino de Riopar con el objetivo de visitar el nacimiento del río Mundo y descubrir que incluso en la Mancha se pueden encontrar verdaderos oasis, como es esa fantástica sierra de Alcaraz.

En pocos minutos tuvimos en la mesa el plato de menudencia: mollñejas y riñones de cordero fritos con dientes de ajos, estos cortados al medio y sin pelar.

La mesonera nos indicó que debíamos coger medio diente de ajo con un trozo de riñón o de molleja, o uno de cada, y llevarlo todo junto a la boca.

Pasaron más de doce años, pero sigo con ganas de volver la Alcaraz por probar de nuevo la menudencia y, de paso, las delicias de la cocina manchega, que poco tiene que envidiar la otras más conocidas.

La manchega tiene, además, el valor añadido del nombre de sus platos tradicionales: atascaburras, duelos y quebrantos, hartatunos, tiznao, nuégados, andrajos.

DIABÓLICO CUBANO

Durante algún tiempo, La Taberna Cubana fue lugar de reunión de una clientela fija y reducida, que el tamaño del local no daba para más allá de quince o veinte clientes.

Elma, una habanera nieta de un emigrante de la parroquia Vilalbesa de Noche (Lugo), era propietaria, camarera, experta en coctelería cubana y animadora del local donde se tomaban los mejores mojitos y daiquirís de todo Madrid, en un tiempo en que en la capital había únicamente tres o cuatro locales cubanos: el Centro Cubano, reducto de lo peor del exilio, el modesto restaurante Zara, propiedad de antiguos emigrantes españoles sin relación con Amancio Ortega supongo, otro restaurante próximo al palacio de los deportes y cuyo nombre no recuerdo, y La Taberna Cubana.

En el Centro Cubano, aparte de un ambiente nada atractivo, hacían el mojito con Bacardí, que sabe a agua de la fuente al lado del verdaderos ron cubanos. Hablar allí de Havana Club, el único ron cubano que por entonces había en España (después llegarían Liberación y otros) era citar al diablo, pues consideraban que consumiendo esta marca se estaba a ayudar activamente al régimen castrista.

En la Taberna Cubana únicamente se despachaba Havana Club, por mucho que Elma no era menos anticastrista que los responsables del otro local. Pero en la Taberna jamás se hablaba de política ni se servían productos de baja calidad.

Dije que los mojitos y los daiquirís de Elma eran los mejores de Madrid, pero también preparaba con maestría otros cócteles cubanos: negrito, cubanita, high ball, cuba libre (llamado cuba bella antes de la Revolución)... y se podían tomar unas espléndidas raciones de pan con lechón, aporreado de tasajo, ropa vieja, picadillo, tamales... ¡Que delicia, solo recordar aquellos tiempos!.

Otro de los cócteles de la Taberna era el diabólico, una creación de la propia Elma, forzada por las circunstancias. El caso es que por entonces el importador de Havana Club traía también de Cuba un licor llamado Diabólico Cubano y prácticamente la tabernera se vio en el deber de comprar una partida del mismo.

Se trataba de un licor de canela, de poca graduación (alrededor de 22 grados), y tirando a dulce, propio para chupitos. Pero Elma se negaba a vender chupitos y correr el riesgo de que la Taberna se llenase de chavales jóvenes, que entonces causaban furor en Madrid este tipo de bebidas.

Así que después de muchas pruebas, Elma dio con la fórmula del su diabólico: en un vaso de mojito (es decir, un vaso de tubo, pero más corto que los habituales aquí) ponía unas gotas de zumo de limón, un chupito de ron Havana Club de tres años, otro chupito del licor de canela que daba nombre al combinado, dos o tres cubitos de hielo y zumo de naranja fresco hasta llenar el vaso.

Resultaba n cóctel delicioso, pero era el verdadero diablo. Entraba muy suave, pero el alto contenido alcohólico hacía que se subiera rápido a la cabeza, cosa que Elma siempre avisaba cuándo se pedía el segundo.

Alguna vez tomo uno diabólico en la casa. No tengo el licor original cubano, que ya no se encuentra. Pero encontré un licor de canela que sirve para el caso teniendo cuidado de poner solo unas gotas, ya que el sabor la canela del mismo es mucho más fuerte que la del original Diabólico cubano.

MUDANZA

MUDANZA

COLINETA múdouse co obxectivo de facilitar o acceso dos lectores e o traballo do autor. Tentaremos, tamén, mellorar o blo.

O novo enderezo é xa www.colineta.com

O actual (www.colineta.blogia.com) vaise reconverter nunha versión en castelán, ante a demanda de moitos lectores non galegos. En calquera caso, a versión orixinal do blo seguirá sendo a galega.

EL SKREI LLEGA A GALICIA

EL SKREI LLEGA A GALICIA

En la foto, skrei asado sobre crema de guisantes a la menta, receta que se puede encontrar en la web de Norge.


Un emigrante, un “nómada” que eso significa su nombre noruego, llega a las mesas gallegas. Hablo del skrei, el bacalao que cada año se desplaza de las heladas aguas del mar de Barents a las que rodean las islas Lofoten, en la costa de Noruega, para desovar.

Su largo y penoso viaje le da a la carne de este bacalao unas características especiales de textura y ternura. Un bacalao ciertamente jugoso que ahora llega a las cocinas de un buen número de restaurantes gallegos de la mano del Consejo de Productos del Mar de Noruega.
Tradicionalmente los noruegos consumían el skrei cortado en rodajas y escalfado, acompañado de una guarnición de patatas y zanahorias. Aparte cocían el hígado y la lengua del pescado, que componen un plato típico llamado Mölge.

Las sucesivas campañas del skrei en diversos países europeos, aparte de la propia Noruega, permitieron componer un amplio y llamativo recetario para este pescado de temporada, recetario que se puede encontrar en la web de los exportadores noruegos de productos del mar.

FIESTA DE LOS CALLOS CASEROS

FIESTA DE LOS CALLOS CASEROS

La tercera edición de la Fiesta de los Callos Caseros tendrá lugar en Covelo (Pontevedra) los días y 19 de marzo, con venta de articulos caseros y artesanía y degustación de callos y oreja en la tarde del sábado y la mañana del domingo.

AGUJAS EN CONSERVA Y EN El CANTÁBRICO

En un comentario al anterior artículo sobre la aguja, me dicen que en Madrid solo se encuentra en conserva y que se trata de pescados pequeños. Efectivamente, la aguja se enlata en aceite, y se trata de pequeños ejemplares que, imagino, forman parte del porcentaje de inmaduros que se pueden aprovechar cuando aparecen a bordo de los pesqueros, sin intención de capturarlos.

Buscando en la red solo encontré referencias a Peña, así como a lo orgullosos que se muestran los habitantes de Sandoval de la Reina, en la provincia de Burgos, por el consumo que hacen tanto de aguja fresca como en conserva. Incluso hay alguna receta que puede resultar interesante.

La talla mínima legal de la aguja es de 25 centímetros, tanto en el Cantábrico y noroeste como en el Mediterráneo. Como mucho, este pescado puede llegar a los 75 centímetros de largo y un peso algo inferior al kilogramo.

Miro también en la web de Pesca de Galicia y encuentro la explicación a que no vea esta especie en los mercados de Vigo, muy bien surtidos de pescado y, por el contrario, mi cuñada me mande una invitación a comer aguja en Castropol (Asturias) vía comentario.

Según los datos que saco de esta web, en lo que va de año se desembarcaron en Galicia poco más de 13 toneladas de aguja, de las que más de 12,6 toneladas corresponden a los puertos de la Mariña de Lugo (Celeiro, Burela y Ribadeo). El precio medio de la aguja desembarcada este año fue de 1,6 euros el kilogramo, por lo que en el mercado debe andar a muy buen precio.

¡Que aproveche!

NON HAI AGULLA

Foi no Raña, do que xa teño escrito por mor das súas estupendas tapas de riles, onde a comín a ultima vez en fresco. Falo da agulla, ese feo pero delicioso peixe, tan noso e tan ausente dos noso mercados.

Fun ao Raña comer, hai xa mais dun ano de entón, e entre os primeiros pratos ofrecéronnos agulla, pola que eu me decidín de inmediato.

Ha ter que agardar un pouco, dixo o camareiro, que a teñen que fritir. Eu quería agulla e non me importaba agardar.

Chegou a mesa un bo prato de peixe, acompañado de cachelos e ensalada de leituga, leituga raíña de maio, cultivada en Mondoñedo, un luxo de ensalada.

Abrir un toro de agulla, de carne moi branca sobre a que destacaban as espiñas verde esmeralda, devolveume a miña nenez. As espiñas verdes da agulla son certamente bonitas, verdadeiras xoias naturais.
Posiblemente eu levaba máis de vinte anos sen probar a deliciosa agulla. E non volvín dar con ela. De cando en vez paso polo mercado do Calvario, en Vigo, onde atopo unha espléndida variedade de peixe fresco.

Pero non hai agulla

SEN TÍTULO

Fran Alonso
En “Persianas, pedramol e outros nervios” (1992)

Hai momentos terribles en que todo
é magma incandescente, leite por fóra,
e ti un volcán en erupción, amor.
Proxéctaste nunha cazola fervendo e
salfíresme con eses nervios feitos
que che medran na calor da cociña.
Hai momento arrepiantes en que eu
son can acirrado, verme entolecido,
preso en ti cos ollos en vinagre, amor.
Estoupo, berro, brinco, choro, mordo,
e volvo converter a cociña
nese inferno mesto que é o noso designio.

O BARRUZO DE BUDIÁN

El era un verdadeiro filósofo. Claro que se trataba dun filósofo de aldea, sen estudos e seguramente sen coller na man máis libro que o librito de Bambú, o papel para liar os pitillos. Inda que ben pensado, tamén é posible que nin sequera ese librito pasara polas súas mans, que non lembro telo visto xamais co charuto na boca, polo que ata é posible que non fumara.

En calquera caso, el era un verdadeiro filósofo. Un deses filósofos de aldea capaces de atopar unha resposta lóxica e coherente ás meirandes dúbidas do ser humano. Era tamén capaz de poñer derriba da mesa grandes problemas, que deixaban pensativos aos seus compañeiros de andadas. “E logo, ¿barruza ou chove?” preguntoume nunha ocasión, sen poder eu darlle resposta certa, que me atopaba no interior dun local dende o que non podía apreciar a situación climatolóxica no exterior.

Unha das súas dúbidas fundamentais, que ninguén foi capaz de responder, polo menos que eu saiba, era a seguinte: “¿Quen foi antes, o millo ou o corvo”. Tampouco deu el nunca sinais de coñecer a resposta a tal problema, e de coñecela levou con el o segredo á cova.

Ademais de filósofo cargado de razón, era un experto catador. Descoñezo se algunha vez matou unha perdiz, unha lebre ou un coello, pero tampouco ten eso ningunha importancia, xa que aquí estamos a falar de cata e non de caza.

El cataba canto viño se lle poñía a tiro, e con tanta cata acababa sempre bébedo, inda que sempre sospeitei que ese era o seu estado natural. E claro, nos últimos tempos da ditadura, os borrachuzas sempre acababan metidos en problemas coa Garda Civil, á que el non demostraba moito respecto.

Vivía e bebía de tratar en cochos, que compraba e vendía polas feiras. Así que cando estaba bébedo e algún chistoso quería facer festa á súa conta, sempre lle dicían “Xusto, aí ven a parella”. Imperturbable, respondía “se é boa, cómproa”. Ata que chegou o momento en que deixou de tratar en cochos para dedicarse máis intensamente á cata. Entón, cando lle citaban a parella respondía “agora xa non trato”.

El foi un verdadeiro filósofo. De cando en vez chámolle a miña mai Mariceli, como el facía cando quería convencela de que lle puxera outro chato de viño. Miña mai sorrí. Era o Barruzo de Budián, un pequeno gran home. Un filósofo.

OURIZOS EN SAN CIBRAO

Mañá sábado, a localidade de San Cibrao, no concello de Cervo, celebra a Festa do Ourizo. Haberá marisco de balde para todos os que se acheguen alí despois de media tarde.

Unha festa para satisfacer os apetitos dos afecionados da Mariña luguesa, e os moitos visitantes que se achegand ende outras zonas, especialmente Asturias.

GRELOS NON SON NABIZAS

GRELOS NON SON NABIZAS

Na foto, grelos producidos en Alacante por Agricola Villena. A mesma foto que publica o xornal.


Publica hoxe La Voz de Galicia un artigo sobre “la fugaz vida de los grelos” incluíndo a seguinte definición:

“Grelo. Es la hoja que brota antes de la floración, que es hasta cuando es comestible”. (non está na edición dixital do xornal)

Con ideas coma estas non é raro achegarse ao supermercado e atopar dúas cestas nas que se ofrecen grelos, nunha, e nabizas na outra. Os primeiros máis caros que as segundas, malia non ser eu capaz de atopar diferenzas entre ambos. Estou a falar dos supermercados da zona de Compostela, onde pensan o mesmo que a redactora de La Voz: que os grelos son follas do nabo.

E non hai tal. As follas do nabo son nabizas. Aparecen no outono. Son pequenas e moi tenras. Máis adiante, antes de florecer o nabo, aparecen novos brotes. A diferenza da nabiza, teñen unha especie de tallo, máis ou menos gordo, do que saen varias follas. Ese falso tallo coas súas follas é o grelo, que noutras zonas chamamos cimós ou cimos.

A graza do grelo está precisamente nese falso tallo. Cando eu moi gordo pélase e pártese ao medio, lonxitudinalmente, para que coza ben. Un bo grelo, con lacón ou no caldo, é gloria bendita.

QUEixo en COnserva

“Queco”. Así se chama o queixo en lata que se presentará en sociedade na próxima edición da feira Alimentaria, a celebrar en Barcelona a partir do 6 de marzo, inda que parece que xa se está a vender en varias comunidades autónomas. Trátase dun invento galego, que garante a conservación do produto durante máis de dous anos.

O queixo comercializao a empresa viguesa Senga, cun web que non vai.

Se preguntan aos responsables das fábricas de conservas galegas sobre os alimentos que enlatan nas mesmas para uso propio ou dos directivos das respectivas firmas, verán a enorme variedade de conservas en lata que produce Galicia e que non están no mercado.

CUNQUEIRO EN MONDOÑEDO

CUNQUEIRO EN MONDOÑEDO

Na foto Cunqueiro coa rondallas Los Románticos. A imaxe pódese ver completa en Mondoñedo.org.


Hoxe eu quería estar en Mondoñedo e poñer rosas vermellas na tumba de Don Álvaro e tamén na do poeta Leiras Pulpeiro, que repousa non lonxe de Cunqueiro, nun curruncho afastado do vello cemiterio civil, rodeado de tumbas infantís.

Os dous foron queridos na súa vila natal de Mondoñedo. Contan que cando morreu Leiras e o clero se negou a darlle sepultura no cemiterio católico, por agnóstico e anticlerical recalcitrante, no cemiterio civil non houbo repouso en toda a noite, polo ir e vir de paisanos que, agradecidos ao médico e poeta, levaban á súa tumba sacos de terra sagrada dos cemiterios de tódalas parroquias mindonienses.

Hoxe eu quería estar en Mondoñedo, para honrar a memoria do mestre da palabra, que nos deixou hai un 28 de febreiro hai xa vintecinco anos. Pero estou en Vigo, a outra cidade que amou e na que pasou unha boa parte da súa vida, e ata pode que fora a mellor parte da mesma. Esta mañá mirei o mar que miraba Don Álvaro e vin no horizonte as illas Cíes gardando a entrada da ría, e lembrei as aventuras do mariñeiro Sinbad, retirado na súa casa do país de Bolanda agardando a poder pilotar a Venadita, nave que se está a construír en Basora e que ben podería levar ao noso navegante na procura das Cotovías, illas nacidas no maxín de Sinbad. E cóntanos Al-Faris Ibn Iaquim Al Galizí, (Álvaro, fillo de Xaquín o galego, boticario, dispensador de remedios ao Bispo de Mondoñedo, prexudicado polos excesos na inxesta de pastelón de salmón, do que o mitrado era vicioso) os pratos, reais ou fantásticos, que aparecen na narración: pichón con mel, fociño de elefante mechado, sopa de neve con marzoa de pavo, allos recheos de sangue de pichón, revolto de ovos con caraveis, arroz levantado, caramelos de leituga, refresco de leite de burra con pel de laranxa...

A cociña está permanentemente presente na obra de Álvaro Cunqueiro, o mesmo nas súas novelas que nos artigos xornalísticos. Por veces semella que a cociña é un máis dos personaxes das súas novelas.

A desbordante imaxinación que Cunqueiro deitou nos seus escritos levou á creación do mito de que na súa obra culinaria hai tanto de fantasía como de realidade. Na máis lonxe da verdade. Se na obra narrativa de Cunqueiro hai algo que se axuste á realidade esas son as citas culinarias que, pola contra, non aparecen no seu teatro e poesía.

Cunqueiro foi o verdadeiro creador da literatura e o xornalismo gastronómico español da segunda metade do século XX. O seu estilo e maneira de contar as cousas crearon escola e seguen a dar os seus froitos hoxe, un cuarto de século despois do pasamento do gran mestre de Mondoñedo.

En A cociña do Merlín recollo máis de trescentas citas culinarias atopadas nunha boa parte da obra narrativa e xornalística de Cunqueiro, excluíndo desa recompilación os libros especificamente gastronómicos (A cociña galega, Teatro Venatorio y Coquinario Gallego, A cociña cristiana de Occidente...). Todas se corresponden con receitas, usos e costumes reais... con excepción dalgunhas incluídas no Sinbad.

Hoxe eu quería estar en Mondoñedo. Estou en Vigo, que non é mal sitio.

TÍVOCHE BEN, POR ZORRA

Historias de Gomerso, muiñeiro en Tras dos Ríos

- Tira para dentro. Non quero a ninguén na porta, que non deixas entrar a luz.- Aquela invitación a penetrar no mundo privado do muiñeiro, un muiñeiro que tiña sona de gardar con cara de poucos amigos a súa intimidade malia ser un home comunicativo e aberto en público, aquela invitación imprevista permitíame agardar calquera cousa do home.

O muiñeiro era home de dúas caras. O normal en el era amosarse afable e falangueiro, tanto cos que levaban o trigo a moer coma cos rapaces da zona que, sabedores do seu bo humor, pasabamos polo muíño sempre que podíamos para escoitar algún conto ou dar un paseo acabalo do burro que transportaba a fariña, cousa que unicamente sucedía cando o muiñeiro estaba de moi bo humor e con pouco traballo. Nesto dos burros tiña o home o costume de poñerlles sempre o nome dun cantante popular do seu gusto, xeralmente Manolo, así que un dos seus burros máis recordados foi chamado Manolo Escobar.

Outras veces, sen que poida eu explicar porque, o muiñeiro estaba de tan mal xenio que os rapaces dabamos un rodeo para non pasar por diante do muíño cando íamos bañarnos no Pozo das Moscas, que estaba río arriba do muíño. Neses casos eran os clientes, e máis aínda os veciños, os que pagaban o mal xenio do individuo.

Pero aquel día semellaba estar de bo xenio. “Tira para dentro. Non quero a ninguén na porta, que non deixas entrar a luz”, dixo, e eu pasei ao interior do muíño, onde poucas veces deixaba entrar aos nenos.

Aínda non acabara de entrar e o muiñeiro xa comezara a contar unha das súas historias, na que os protagonistas sempre eran coñecidos, ademais do propio muiñeiro, arredor do que sempre xiraban os contos.

A min gustábame especialmente cando contaba aquel tempo imaxinario en que aseguraba ter traballado nun circo.

“No circo eu traballei de domador de panteras; ben, máis ben eu era domador-paiaso, iso si, o meu era o mellor número do circo e a xente ía sobre todo para verme a min.

Cando a gaiola estaba montada na pista e a pantera dentro, saía eu, vestido cunha chaqueta, comendo un anaco de pan con queixo e con cara de despistado, como quen non se entera da cousa, entraba na gaiola. A pantera aquela estaba morta de fame, que unicamente comía despois do espectáculo para que o meu número saíra como debía, así que en canto me vía entrar botaba a andar cara a min para comerme. Eu reaccionaba de inmediato e tiráballe o pan que me quedaba, e a pantera collíao no ar e papábao dun bocado, seguindo camiño cara onde eu estaba. Entón tiráballe o queixo e doutro bocado acababa con el, achegándoseme cada vez máis. Eu facía que me asustaba (claro que non tiña ningún medo, que xa sabía como ía acabar o conto, pero debía de facerme o asustado para darlle emoción ao número e que a xente pensara que estaba en verdadeiro perigo de morte). E cando a pantera abría a boca para paparme, eu sacaba a chaqueta, envolvía nela o brazo dereito, metíallo pola boca, collía a punta do rabo, tiraba forte viraba a pantera, co de dentro para fóra. A xente non paraba de aplaudir nun bo cacho”.

Esta historia da pantera sempre que pareceu un guión de película de suspense, polo que me gustaba moito escoitala da propia voz do muiñeiro, que adornaba o conto con todo tipo de xesticulacións.

Pero ese día a cousa era diferente. “Agora que estamos solo vouche contar unha historia que é toda certa, dende o comezo ata o final” asegurou, co mesmo xesto serio que poñía cando contaba das súas andadas no circo.

“Cando era novo sempre me gustou túa mai, pero ela non me facía ningún caso, porque andaba colada por teu pai, que entón era o seu mozo. Pero un día tiven a miña oportunidade.

Foi un domingo pola tarde no salón de Tanín. Túa mai estaba bailando con teu pai e eu andaba por alí aguantando a envexa, cando vin que ao acabar unha peza el saía para ir mexar. Cando empezou a música da seguinte peza fun directo cara túa mai, collina pola cintura e empecei a bailar con ela, que tentou zafarse de min sen poder xa que a tiña ben agarrada. Co tira e dálle eu animeime máis da conta e as maus fóronseme da súa cintura cara o sul, momento no que túa mai me deu unha hostia que resoou en todo o salón de baile.

A xente volveu inmediatamente a vista cara nosoutros, momento no que soltei a túa mai e, con voz suficiente para que todos escoitaran, dixen: “tívoche ben, por zorra”.

MAÑÁ, FESTA DA VINCHA

Os interesados nunha das sobremesas máis curiosas do antroido galego, non deixen de ir mañá á Festa da Vincha, en Cerdedo (Pontevedra).

A COCIÑA DO ENTROIDO E SAN XOÁN

A COCIÑA DO ENTROIDO E SAN  XOÁN

Parafraseando a vella canción, temos libro novo no andel. Como anunciou onte Brétemas, esta tarde presentamos en Santiago "A Cociña do Entroido e San Xoán", un libro sobre a tradicional cultura culinaria do Entroido e os novos usos e costumes gastronómicos do San Xoán, un tempo no que a tradición xirou sempre arredor de ritos máxicos afastados dos culinarios, ata que hai poucas décadas comezaron a implantarse as sardiñadas e churrascadas que agora non faltan en ningún lugar de Galicia na noite máis especial do ano: o 23 de xuño.

Para ir abrindo boca, reproducimos de seguido os primeiros párrafos do capítulo titulado "O prato que enche a mesa do entroido". Que aproveite.

"O ALEGRE COCIDO

O cocido é o prato forte do antroido galego. O noso cocido componse fundamental de carnes de porco salgadas e, segundo o lugar, afumadas ou non. Lacón, cachola, costela, rabo, touciño, panceta, soá, lingua, unllas... todo vale nun cocido galego, inda que por veces os puristas poñan o berro no ceo, atados como andan á ortodoxia nun arte cada día máis libre como é a cociña. Xunto con estas carnes non han faltar os chourizos, pode que a galiña e tamén o xarrete ou a faldra de xato. E as patacas, os garavanzos ou as fabas ou algo de todo, e a verdura. Aquí de novo os ortodoxos miran ao ceo pedindo castigo para os impuros, que cada día máis poñen grelos co cocido, no canto do habitual repolo doutros tempos. E quede aquí dito, como indicación para amigos que conviden, que a min gústame máis o cocido con repolo que con grelos, pero que cadaquén poña a verdura que lle pete.

Como se dixo, a cociña é un arte cada día máis libre, pero dende sempre é un arte en continua evolución e non podemos vivir atados ao pasado, porque entón hoxe non comeríamos cocido, que coma todo tivo tamén o seu comezo.

Vexamos como foi a cousa. O cocido actual ten o seu antepasado máis directo no puchero e este na olla podrida. Nace a olla podrida, segundo os expertos, despois de que os Reis Católicos expulsaran de España aos xudeus..."

KIMCHI MILAGROSO

Non podía ser doutra maneira. Sempre que xurde un problema, e mentres os científicos espremen os miolos para resolvelos, aparecen os espabilados que dan con solucións case máxicas.

Coa gripe aviar que tanto preocupa hoxe no mundo non podía ser doutra maneira.

Parece que en Corea xa descubriron os efectos anti gripe aviar do seu prato nacional: o kimchi, unha especie de escabeche de col chinesa que constitúe unha das bases da cociña coreana dende hai máis de 1.300 anos. O descubrimento, polo visto, xa ten aplicación industrial e unha famosa marca coreana de electrodomésticos vai sacar unha gama de aire acondicionado con filtros activos baseados na tecnoloxía do kimchi.

Mentres tal sucede, en internet podemos atopar moi boa información sobre o prato nacional coreano.

O TINTO É CARDIOSALUBABLE, SEGUNDO A UNIVERSIDADE DE COMPOSTELA

Sabido é que o viño non é auga, por moito que tradicionalmente os taberneiros gozaran da mala fama de someter a non desexados bautizos aos caldos que despachaban. Agora cada vez bébese máis viño embotellado, co que o bautizo tabernario resulta cada vez máis improbable.

Os efectos do viño tampouco son os da auga, inda que houbo quen quixo asemellalos. Así que en supermercados de Francia comezou a venderse unha bebida que, polo visto, aceleraba o metabolismo do alcohol no corpo humano, efecto que para moitos seguramente equivale a licenza para beber aínda máis.

Hoxe o xornal di que xa foi retirada da venda, precisamente porque incitaba á xente a darlle ao xerro máis da conta.

O que non van retirar son os resultados dun estudio realizado pola Universidade de Santiago de Compostela e publicado por unha revista científica norteamericana, segundo o cal o viño tinto contén cantidades significativas de “resveratrol”, unha substancia química con efectos cardioprotectores.

Supoño que o asunto xa era coñecido. Hai case unha década un amigo tivo un grave accidente coronario que estivo a piques de levalo ao valhala. O cardiólogo recomendoulle unha copiña na comida, pero sempre de tinto.

Non sei se os produtores galegos de viños estarán moi satisfeitos con estas novas, xa que somos un país que produce principalmente brancos, por moito que na Ribeira Sacra e en Valdeorras teñamos algúns tintos notables.